lunes, 27 de abril de 2009

El Cluedo

Hace años que La Biblia me parece una bakalá infame, un thriller de fantasía sobre un tipo que vino de vaya usted a saber donde enviado por alguien que el llamaba "Dios", sin embargo, no es tanta bakalá, desde el punto didáctico, es una especie de libro gordo de Petete donde mediante símiles o moralejas te enseña a enfrentar situaciones. La putada y siento spoilear es que el prota al final muere.

Volviendo a La Biblia y a sus enseñanzas un pasaje muy interesante es ese de Judas uno de los amiguitos del prota que era quien tenia la pasta, el tío era un tanto codicioso y le gustaba hacer las cosas a su manera, mientras el prota tuvo paciencia y trato una y otra vez de reconducir la conducta de su amigo dándole oportunidades de continuo, Judas siguió tensando la cuerda, a el no le interesaba la amistad sino su propio beneficio, y como siempre tanto tensar la cuerda esta se rompió llegando a un punto en el que dejo de ser compatible amistad y beneficio así que opto por la sutil traición, a cambio de 30 siclos de plata entrego a su maestro y amigo a la gente que les había estado persiguiendo durante años, fue el no va mas de la hipocresía señalándolo mediante un tierno beso, pero como en toda fabula hay moraleja y la historia no le salio tan bien a Judas, que una vez vio que había entregado a sus enemigos a las únicas personas que le habían apoyado la locura lo abordo y se colgó de un árbol.

Si en ocasiones, es muy suculento ver una bolsa con 30 siclos de plata, pero "parche al ojo", cuidado a quien estas vendiendo xke igual es o son las únicas personas que te hubieran apoyado incondicionalmente y luego solo te quedara el olivo y la soga, pero hay casos peores como el de Judas Iscariote o los lugartenientes de Viriato, que no solo vendió a quien le apoyaba incondicionalmente sino que los vendió al propio enemigo, ahí ya es cuando te das cuenta que hay gente que no solo es ruin y débil de voluntad, sino que es realmente estúpida.

Queridos lectores os insto a que tengáis cuidado de quien vaya a besaros la mejilla, no es por la gripe del cerdo, es por el cerdo al que le pesan mas treinta monedas que su moral.